(a la mentira le sobran padres)

llegó

escaso

el demasiado

eran demasiadas derrotas

secándose

al viento

demasiadas marcas primitivas en el interior de mis mejillas

demasiadas manos izquierdas

coloreando

la

silueta del mañana

y me salgo

y respiro

y el brillo

de mis dolores plastificados

siempre encuentran el capricho en mis bolsillos

demasiados

son

demasiados mismos escondidos en este camino

asaltando palabras de vestido largo

y estrangulando 

la belleza 

de los largos cuellos

que hay en todos los sitios donde nunca he estado

no robé

nada

de este mundo

y me arrepiento

y me arrepiento

de lo bueno

de lo lento

de 

confiar 

en la tos de un agujero enfermo

demasiado

demasiada sonrisa 

escondiéndole el final a estas lineas

miro 

mi reloj

sin números

sin manillas

es la hora

de los sueños de chocolate amargo

de inventarme excusas

para llegar 

siempre 

tarde 

pero 

antes 

de jurar la ausencia

me prometo una siguiente vez

con

dos manos derechas

un nuevo repetido

el ascenso de una caída

y la soledad en el tanto 

vacío

de un demasiado

perfecto

que por fin

suene

lleno

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