(mi maestro es el filo del celo)
A veces
soy una
silla
de madera
recta
incómoda
eternamente coja
Ya nadie se sienta en
mí
pero no me importa
Al liberarme
de soportar el peso de las personas
tengo
tiempo
para pensar con tranquilidad
Mi última imaginación
es que
dentro de mí viven
dos almas
un alma de árbol
un alma de álgebra
Sólo dos
Nunca pienso
que pueda haber más
Nunca pienso
que pueda tener
miles
o millones
de almas
Nunca pienso que pueda tener
el alma
de una piedra
o una barca
o la de una ventana cerrada
que escribe un poema
al que le sobran
almas
pero le faltan
palabras
A veces me pierdo
pensando
en todas las almas
que no pienso que tengo
Soy
feliz
en mi infierno
de no pensamientos
Pero
siempre hay un culo
maleducado
que me lleva
de regreso