me tumbo en el techo 

y miro

el mundo que

hay

en el suelo

me gusta sentir la confusión

de no entenderlo

caen

hacia arriba y trepan 

hacia abajo

a veces 

me visitan

se suben a cosas para bajar

hasta

mi

me matan 

y me explican que la perfección

y la belleza

de su mundo

es

que haya solo uno

(la legaña o el cadáver de la lágrima)

(me pregunto cuántos ojos son muchos)

Anterior
Anterior

los restos nunca entraron

Siguiente
Siguiente

tarde o temprano la impresión no le encuentra sentido seguir apretando