a veces

escucho a la gente hablar 

de la vida

y me da pena por ella

nadie la quiere

por lo que es

Rizos

de dolor

encrespados en el tacto

surcan la obviedad de tus dedos

a veces

pienso

que no queremos

querer

que nunca hemos

querido

estar vivos

y las dulces

hieles

del privilegio

nos esperan pacientes 
a que terminemos 

el sueño

a veces

incluso

nos dejan seguir durmiendo

(la realidad necesita desaparecer para ser real)

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